Tuesday, April 26, 2005

Inhabilitado de por vida!

Si vivís en Estados Unidos de América, déjame te hago una pregunta: “Que me dirías si te dijera que no te doy un trabajo porque sobrepasas los 35 años de edad? O, quizás no eres un candidato a una posición por no estar casado? O talvez por estarlo?”

Algunas de estas preguntas son un tanto ajenas a la sociedad americana. En una sociedad en que la igualdad de géneros, razas y/o creencias religiosas son parte fundamental de las estructuras mismas de esta sociedad; Se nos hace impensable, inconcebible pensar en que exista una mínima posibilidad de que algo como lo que acabo de preguntar ocurriera.

Estoy seguro de que existe cierta desigualdad en el campo laboral en estados unidos. Nadie es perfecto, y esta sociedad no es la excepción. Empero, la sociedad en si vive y depende de estos factores de igualdad en todos los aspectos de si misma. No podemos entonces esperar un trato justo, especialmente cuando hay desigualdad e injusticia en factores determinantes para el futuro de alguien como un trabajo, la vivienda, la justicia y otros; los cuales no son del todo protegidos por el gobierno como parte fundamental en su rol de autoridad.

Entonces trazando un parámetro en nuestro tiempo actual, se podría decir que este paradigma trasciende de generación en generación, y que actualmente en estados unidos no hay una connotación mínima que sugiera que esta igualdad y protección vaya a desaparecer en un futuro inmediato. No puedo decir lo mismo de Guatemala.

Una persona muy querida y cercana a mí acaba de sobrepasar los 40 años de edad, y ya es una carga publica, una “persona-non-grata”, un cero a la izquierda para la economía y la fuerza laboral en Guatemala. Pareciera que en Guatemala, el deseo de la superación, la disciplina, la educación, la preparación y la necesidad no van de la mano con los lineamientos o requisitos que empresarios y empleadores implementan en sus requisitos para un empleo. Y el gobierno en turno saluda con una mano, y apuñala con la otra.

Es tan descarada, tan cínica y tan cruel esta tendencia, que en el caso particular de esta persona, se le dijo que “... No andaban buscando gente que sobrepaso los 35 años de edad.” Como si ahora tener mas de 35 años en Guatemala fuera síntoma de jubilación, o es que acaso ya cambiaron las leyes y la gente se jubila a los 35 años de edad?

Y no hablo de una persona en particular, sino de muchos. En el caso de esta persona, sé de firme fuente que es preparada, tiene estudios universitarios, tiene un buen historial laboral (currículo), posee cualidades que para muchos ahora son obsoletas en Guatemala como la tenacidad, las ganas, la inteligencia, la experiencia, la responsabilidad y el dominio de su materia. En si, se le han cerrado todas las puertas porque no tiene “palancas” o “cuello” como se dice en nuestro lenguaje coloquial.

Pareciera que ahora en Guatemala los únicos atributos que buscan al contratar a alguien son la edad, la escuela donde se graduaron, y a quien “conoce”. Y el gobierno aparentemente no tiene la mas mínima intención de proteger a sus ciudadanos de estas practicas consideradas en muchos países como ilegales, y que atentan contra los derechos humanos de cualquier individuo, sea donde viva. No se necesita tomar un arma, y disparar en contra de alguien para convertirse en un asesino. Basta con tener las herramientas legales y la autoridad—como hoy por hoy los tienen el ejecutivo y el legislativo de Guatemala—Y no hacer nada ante esta atroz practica discriminatoria como para convertirse en participe de un crimen que atenta contra la estabilidad social, la vida y la integridad de muchos Guatemaltecos necesitados de una oportunidad.

Todos estos chapines son victimas de la discriminación por su edad y están merced de estos criminales empresarios y empleadores que buscan juventud en sus candidatos, y a la vez dejan escapar la oportunidad de hacer crecer su negocio o empresa al no dar oportunidad a gente capaz. No por tener 40 años de edad eres menos hábil, o menos capaz; y no por ser mujer significa que no pueda desempeñar un trabajo. Estas cosas de nuestro país ameritan un análisis profundo, y ponerse la mano en la conciencia ante tanta injusticia y desigualdad.